martes, 26 de enero de 2016

¡Deporte SI!

Ayer leía un artículo de un periódico en Facebook y me sorprendía, y no para bien precisamente, al observar como un médico, un experto en salud humana, instaba a los padres para que sus hijos no realizaran deporte.

Para ello, grosso modo, se valía de argumentos para desaconsejar su práctica tales como las lesiones que pueden producirse derivadas de su práctica, el excesivo número de horas dedicadas al deporte, y a algunos malos comportamientos, fruto de una mala enseñanza deportiva (esto último lo añado yo) en los deportes colectivos, y más en concreto en el fútbol.

Es cierto que en su crítica al deporte, al menos si que defiende la necesidad de combatir el sedentarismo, y lo defiende a través, de entre otras cosas, del fomento de los juegos en la infancia al aire libre en espacios públicos y zonas verdes (cuyo desarrollo comporta intrínsecamente realizar actividad física, la cual no esta exenta de lesiones ni de otras contrapartidas que crítica en el deporte).

Sin embargo, obvia por completo, que una práctica de actividad física regular, sistematizada y bien gestionada es el mejor aliado para combatir esta lacra de la sociedad del siglo XXI. Y una muy buena forma de conseguir que esa actividad física beneficiosa se perpetúe en el tiempo desde la infancia hasta la senectud, es a través del deporte y su práctica. Del deporte bien entendido, el deporte amateur o de base con fines lúdicos, sociales, educativos y saludables  que bajo la supervisión o la guía de profesionales del sector, se garantice el cumplimiento de todos estos objetivos. No hablamos entonces de "rendimiento deportivo" o deporte profesional, cuyos objetivos son muy distintos, aunque no por ello carentes de beneficios, si bien es cierto que con algunas otras contrapartidas tanto sociales como fisiológicas que hay que valorar. Es importante esta diferenciación entre Actividad Física, deporte amateur o de base y rendimiento deportivo o deporte profesional. Es importante para hablar con propiedad y rigor.

Pero aquí os dejo el artículo y así lo valoráis vosotros mismos.http://www.huffingtonpost.es/jesus-martinez-alvarez/hacer-deporte-no-es-bueno_b_5515520.html

También os dejo aquí el comentario que deje, al ver el post en el que se citaba el nombrado artículo, dónde hago una reflexión y argumentación , algo más desarrollada que en el preámbulo de esta entrada, que puede resultaros interesante:

Si bien es cierto que el deporte no es lo mismo que la actividad física, hacer una afirmación de ese calibre me parece más que aventurado. El articulista hace unas reivindicaciones con las que estoy muy de acuerdo, entre ellas la que has destacado en tu publicación, en relación a lo excesivo de las jornadas escolares, deberes, caída en desuso de los espacios públicos y juegos tradicionales, reivindicación de los mismos junto a las zonas verdes, incluso en la del deporte mal entendido, por parte de los que lo enseñan y por parte de quienes los practican. Pero de ahí a instar a la población a no hacer deporte, como dice el mismo, hay una zona intermedia a la que no esta prestando nada de atención, que es el deporte como instrumento sociabilizador, educador en valores y por supuesto su papel en la lucha contra el sedentarismo (como este señor también reivindica), a poder ser de manera controlada y sistematizada,  (por eso son importantes las profesiones derivados de este fenómeno, (a los que parece criticar  e incluso ridiculizar).

El deporte mal entendido y mal practicado puede llegar a ser negativo, pero desde luego no lo es per se. Los profesionales de la Actividad Física y del Deporte entre los que me incluyo, precisamente recibimos una formación que nos permite supervisar la práctica deportiva de manera que reporte más beneficios que contrapartidas a sus practicantes, intentando que sea una actividad constructiva a todos los niveles, basándonos en los estudios tanto pedagógicos como relacionados con la actividad física y la salud para que los niños y cualquier tipo de población se desarrollen sanos en cuerpo y mente. El problema es cuando la práctica deportiva se hace sin ningún tipo de supervisión por parte de profesionales de verdad, en la que se reproducen patrones sociales indeseables y en la que se pone en riesgo la integridad física del menor o de cualquier otro practicante, por no haber tomado la precauciones necesarias al no aplicar las metodologías y conocimientos que los múltiples estudios avalan. 

Hasta la fecha, la realización de actividad física y deporte de forma regular y sistematizada desde la infancia, esta avalada por la mayoría de estos estudios. En este artículo se pone de relieve algunos de los riesgos físicos que son inherentes y por tanto ciertos, a la actividad física y al deporte. Pero precisamente esta misma actividad física bien realizada, tiene un papel fundamental en la prevención de todas estas lesiones y riesgos físicos, que no solo nos pueden ocurrir durante la práctica deportiva, si no también en nuestro día a día. Es decir, tiene un papel preventivo fundamental a nivel físico.

Por eso me resulta más chocante todavía que hable de algunas adaptaciones agudas que se derivan de la práctica de la actividad física o del deporte, como algo negativo, cuando en realidad, la mayoría de los estudios, lo que nos dicen es que los microimpactos musculares (entre otros factores) que crean esa fatiga tisular a la que alude, ayudan a prevenir (de forma controlada y progresiva) la perdida de densidad osea. El estrés articular, si la práctica es excesiva, puede crearnos problemas articulares en el futuro, pero de manera controlada, tiene un efecto muy positivo sobre esas mismas articulaciones, por ejemplo estimulando su lubricación y haciendo que lleguen a ellas sustancias que son muy beneficiosas para su optimo mantenimiento y refuerzo, además de los beneficios a nivel de ganancia de masa y fuerza muscular, que normalmente están asociados a la práctica deportiva actuando de protección natural de estas mismas articulaciones. Y así un largo etcétera de adaptaciones fisiológicas asociadas a la practica de actividad física regulada y de forma regular que son muy positivas, y que la mayoría de los estudios de salud avalan. Y una forma muy buena de conseguir crear estos hábitos tan saludables en el niño, es a través de la práctica deportiva. Además de todos los demás componentes a nivel formativo, sociabilizador, etc que ya he comentado que esta práctica conlleva.
http://www.apunts.org/es/ejercicio-fisico-masa-osea-i-/articulo/13102155/

Pero para beneficiarnos de todos estos efectos, lo que ay que revindicar también, es precisamente que la práctica de actividad física o deportiva, sea supervisada en la medida de lo posible por un profesional para garantizar su correcta realización.

Hay que diferenciar entre rendimiento deportivo (aportando este también muchas cosas buenas) y deporte amateur o de base, que es el que bien gestionado es muy beneficioso para el conjunto de la sociedad y el que recomiendan la mayoría de los estudiosos de la salud. Porque no son lo mismo, ni sus objetivos ni sus consecuencias. Por eso no hay deportes malos, hay deportes mal entendidos y mal enseñados y practicados, al igual que profesionales buenos, malos y no profesionales.

Aquí dejo un ejemplo muy reciente precisamente del fútbol, tan criticado a veces, que en este caso nos puedes hacer ver el deporte desde otra perspectiva( y yo no soy un ferviente defensor del fútbol profesional tal y como esta conceptuado actualmente) y la importancia que puede tener para distintos colectivos. Esto es solo un ejemplo, hay miles.http://as.com/.../01/21/portada/1453416873_079056.html...

Por eso este artículo me parece profundamente desacertado y carente del rigor que se le presupone a un profesional de la salud como es el autor del artículo.

Aquí os dejo además un artículo que he leído justamente hoy en relación a los beneficios físicos y cognitivos, de la práctica de actividad física sistematizada y supervisada en la población obesa. http://www.fissac.com/efecto-del-hiit-en-obesos-mas-alla-de-parametros-cardiometabolicos/

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